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viernes, 21 de marzo de 2014

-          La acción es la actividad de toda persona  en cuanto tal, al desplegarse dinámico y unitario del hombre.
-          Actuamos primeramente por necesidad. No podemos no actuar porque la estructura de nuestro ser es dinámica somos movimientos y estamos dedicados actuar hasta el punto de como que sabemos las omisiones son también un modo específico de actuar que consiste en la decisión de no hacer nada.
-          La división objetiva surge al contemplar la trascendencia de la persona sobre su acción y se corresponde fundamentalmente con la dimensión intencional de la libertad.
-           la dimensión subjetiva supone un sujeto que ejerce la acción que al mismo tiempo es modificada por ella porque la acción al fin y al cabo nunca se separa de la persona.

-          La división clásico de la acción es hacer, obrar y contemplar.

La acción

La acción
1.       La estructura de la acción
a)      En el hombre nada se compara con la acción, la acción se refiere a la actividad de toda persona en cuanto tal, al desplegarse dinámico y unitario del hombre.
¿Cuál es la esencia de este hecho? no es fácil  responder a esta pregunta, lo que podemos decir es que un elemento clave y definitivo es la casualidad.
Establecida la esencia más radical de la acción podemos pasar a preguntarnos por las razones de nuestra actividad. ¿Por qué actuamos? Principalmente lo hacemos por necesidad, nuestro ser dinámico. Nosotros somos movimientos y estamos obligados actuar.
b)      La dimensión objetiva  y subjetiva de la acción.
La estructura   de la acción humana  es muy compleja hasta el punto de que existe toda una rama de la filosofía.
La dimensión objetiva de la acción muestra además, la primacía de la persona  sobre su labor, por último, hay que añadir que la acción completa y real no es ni objetiva ni subjetiva.
c)       Unidad, complejidad e integración.
Junto al carácter objetivo u subjetivo se pueden  decir más características de la acción.
Por un lado es unitaria no actúa la inteligencia ni la voluntad o los sentidos.
La integración implica la necesidad que el sujeto incluya de manera correcta en su autodeterminación los diversos aspectos de la estructura de la persona.
2.       Los ámbitos del obrar.
a)      La tripartición clásica y sus límites.
La tripartición clásica dividió la acción humana   en tres grandes tipos hacer, obrar y contemplar.
Veamos el contenido de cada uno de ellos:
1)      El haber o producir lo constituyen las acciones en las que el sujeto realiza algo como fabricas objetos.
2)      El obrar moral no constituyen las acciones en las que el sujeto se implica personalmente.
3)      La contemplación  es la actividad propia  del intelecto y es la acción más perfecta y no busca nada fuera de sí.
b)      Las mil caras de la acción humana.
La tremenda complejidad del mundo moderno ha multiplicado de forma tan impresionante los diversos tipos de acciones que intentan cuadrarlas en categorías cerradas parece una tarea vana.